Apenas llegas a Colcamar, los pobladores te reciben con una sonrisa. Los niños juegan y las madres tejen. Es una comunidad en el valle del Utcubamba en donde parece no suceder mucho. Sin embargo, es un nido de sorpresas. Tan solo amanecer en esta parte del departamento de Amazonas, te cambia la vida. El sol va descubriendo lo que tienes en frente, la niebla que parece correr frente a ti te refresca el rostro y el verde de sus montes te atrapa en un lugar que está a noventa minutos de Chachapoyas y en donde hay mucho para hacer y aprender.
Subes por un camino lleno de curvas y cada una de ellas va mostrándote los atractivos naturales de la zona. En Colcamar es imposible sentirse mal o aburrido. Sixto Revatta llegó para conocer y hoy es el presidente comunal. Su instinto de conservación y el simple hecho de vivir en tranquilidad, lo hacen disfrutar de estas tierras a las que nunca pensó llegar. Todos son muy hospitalarios. A Sixto le gusta recibir a gente en su casa. Elabora artesanías, siembra papa y hace también de guía turístico. Su esposa hace telares y ponchos. Está llena de paz. Sus dos hijos ya están aprendiendo sobre conservación. La hija tiene un pequeño jardín en el que cuida sus flores.
Todos los días es una experiencia nueva. Tienes mucho para hacer. Salir a caminar en cualquier dirección y encontrarse con restos arqueológicos cubiertos por la vegetación o cascadas de agua en los que un chapuzón te recarga de energía. Hay bosques, orquídeas, pajonales, ruinas y miradores naturales, todo lo necesario para desconectarse. Cuando uno va caminando por la zona, va entendiendo a Sixto y a su familia. No te provoca irte de ahí. Convivir en armonía con osos de anteojos, pumas, armadillos y monos es algo tan natural que se hace especial.
Cuando ellos van al campo, siguen utilizando técnicas ancestrales para cosechar sus productos. Se guían por las fases de la luna. Hacen crecer maíz, trigo, alverjas y papa, dependiendo del ciclo lunar. Están orgullosos de su producción y de lo que hacen día a día. Sin embargo, toda la comunidad de Colcamar quiere seguir creciendo.